Descubre la historia de Ruth, una luthier apasionada que fusiona tradición y ciencia para crear violines que cautivan al mundo.
Ruth Obermayer, una talentosa luthier de violines, encontró en Granada, más precisamente en Monachil, un hogar para cultivar su arte. Su elección de trasladarse a esta región no fue un capricho, sino una cuidadosa decisión que fusionó su pasión por la luthería con otros aspectos de su vida personal y profesional.
Influenciada por destacados luthiers como Markus Woerz, Irina Feichtl y otros maestros del oficio, Ruth ha forjado un estilo propio que refleja la riqueza de sus experiencias y la diversidad de técnicas que ha absorbido a lo largo de su trayectoria. Cada consejo compartido y cada lección aprendida en talleres de luthería han dejado una huella indeleble en su camino hacia la excelencia artesanal
Durante sus vacaciones, Ruth dedicaba horas a observar los talleres de luthería, absorbiendo los secretos del oficio y perfeccionando su técnica. Fue en esos momentos de inmersión total donde encontró inspiración y claridad en su búsqueda de la perfección sonora y estética.
En su proceso creativo, Ruth busca fusionar la tradición con la innovación, integrando técnicas ancestrales con nuevas ideas y materiales. Su estilo se caracteriza por la atención al detalle y el compromiso con la calidad, reflejando su profundo respeto por la música y su deseo de contribuir al legado de la luthería.
A través de su arte, Ruth ha encontrado un lenguaje universal que trasciende fronteras y conecta a las personas a través de la belleza y la armonía.
Su obra, impregnada de pasión y dedicación, es un testimonio de su amor por la música y su compromiso con la excelencia artesanal.
Ruth, una figura destacada en el mundo de la luthería, estableció su propio atelier en Granada en 2005, marcando el comienzo de una etapa de creatividad y dedicación inquebrantable. En los años siguientes, no solo consolidó su reputación como luthier de renombre, sino que también participó en diversos workshops, incluidos los dirigidos por George Stoppani y Philip Ihle, donde profundizó su comprensión de la acústica del violín y el diseño clásico de la luthería italiana.
Además, Ruth colaboró estrechamente con la BELE (Escuela Vasca de Luthería), abriendo las puertas de su taller para el programa de prácticas de la escuela. Su compromiso con la investigación y la innovación la llevó a formar parte del grupo «Villefavard», junto con luthiers y científicos de toda Europa, bajo la dirección de la científica Claudia Fritz de la Universidad de Sorbonne. Este grupo pionero se dedicó a explorar la acústica de los instrumentos frotados en estrecha colaboración con músicos y físicos.
En 2019, Ruth fue invitada por la embajada española en Angola para impartir clases de luthería en la escuela de música Kapossoka, en Luanda, ampliando así su impacto educativo a nivel internacional. Además, es miembro del Gremio de Luthiers y Arqueros de España (GLAE) y de la Violín Society of America (VSA), destacando su compromiso con los más altos estándares de excelencia en su campo.
Su trabajo se distingue por su profundo conocimiento de las técnicas tradicionales, enriquecido por nuevos descubrimientos científicos, lo que le confiere un profundo entendimiento de las necesidades de los músicos en relación con sus instrumentos. Sus violines artesanales son apreciados y tocados en diversas partes del mundo, desde Alemania, España y Estados Unidos hasta Singapur.
Fuera de su taller, Ruth encuentra equilibrio y pasión en su vida familiar, siendo madre de tres hijos de 22, 13 y 11 años. En su tiempo libre, canaliza su amor por la música como vocalista en varios grupos, incluyendo Sietemásuno, NumenEnsemble y con el Coro de la Orquesta Ciudad de Granada. Su vida es un testimonio de su dedicación tanto a su arte como a su familia, fusionando armoniosamente sus múltiples pasiones en una sinfonía de logros y satisfacción personal.
– Ruth, tu decisión de trasladarte a Granada, específicamente a Monachil, ¿tiene alguna conexión especial con tu arte como luthier o fue motivada por otros aspectos de tu vida personal y profesional?
Vine a Granada por un lado porque sabía que aquí no había luthier y además conocía a músicos de la orquesta. Sabía que iba a ser un lugar donde podría ofrecer mis servicios. También queríamos instalarnos en España mi familia y yo para perfeccionar nuestro español. Como el trabajo de luthier es muy amplio, antes te podías independizar cuando tenías más de 10 años de experiencia trabajando, esto se ha acortado hoy en día, porque la gente se especializa en restauración, construcción o mantenimiento de arcos.
– ¿Cómo influyeron los luthiers y maestros con los que colaboraste, como Markus Woerz o Irina Feichtl, en tu desarrollo como luthier? ¿Hubo algún consejo clave que hayas llevado contigo a lo largo de tu carrera?
Lo que aprendí con ellos fue todo lo que te mencioné en la pregunta anterior, arreglos básicos para ofrecer este tipo de servicios. Me enamoré de mi profesión. No hay consejos clave, esto se va sumando y sigo aprendiendo continuamente.
– Habiendo observado diversos talleres de luthería durante tus vacaciones, ¿puedes destacar alguna experiencia en particular que haya sido formativa o reveladora para ti?
En mis primeros años, cuando tenía catorce o quince, observé durante dos semanas al luthier y no pude hacer nada, no me dejó trabajar. En esas dos semanas tuve claro que me encantaba esta profesión que quería dedicarme a ella.
– En tu proceso creativo como luthier, ¿hay algún elemento distintivo o enfoque único que consideres característico de tu estilo personal? ¿Cómo integras tu experiencia en diferentes talleres y la influencia de diversos luthiers en tu obra actual?
Mi proceso creativo en la luthería se basa en la búsqueda de un sonido que me imagino. Creo que tengo un oído muy bueno y una imaginación muy clara de cómo quiero que suene un violín. Es algo que voy entrenando cada año con experimentos y con test en un grupo de científicos y luthiers, nos reunimos en Francia, trabajamos la psicoacústica, las mediciones de sonido e intentamos entender cómo funciona un instrumento de base.
Así como la diferencia entre un buen sonido y un sonido que no nos llega tanto. En mi proceso creativo intento siempre meter ideas de aquí, de esta tierra, de esta cultura… de Granada o de España, en mi obra. Utilizo en mis violines (en el filete) un dibujo que también usan los guitarreros. Es un elemento decorativo, sobre todo del clásico.